El plan de Marketing en 5 minutos (parte 3)

Hemos visto en entregas anteriores cómo hacer un plan de marketing de 5 minutos, cómo en mi experiencia es tan o más efectivo que complicados planes que tardan semanas y cómo hacerlo paso a paso.

Una de las cosas que me gustaría que quedaran bien claras es que la capacidad de realizar un plan de Marketing de 5 minutos depende en gran parte del trabajo que hayamos realizado en nuestra actividad previa y diariamente.

Muchas veces vemos casos de empresas o personas que, de la noche a la mañana, pasan a ser millonarios, se hacen famosos, su música se vuelve la más escuchada… Todo el mundo los conoce de repente y prácticamente días atrás nadie sabía de ellos.

Son éxitos instantáneos, pero he aquí lo más importante de esa clase de éxitos, que cualquier éxito instantáneo destinado a perdurar más de unos pocos días (lo que deja fuera el típico vídeo tonto de Youtube o la canción del verano prefabricada por una discográfica) lleva mucho tiempo de trabajo detrás. Mucha noche sin dormir, mucho proyecto que no ha llegado a puerto y mucho trabajo no recompensado previamente.

Prácticamente todo emprendedor que, «de la noche a la mañana», ha dado en el clavo y ha conseguido algo grande de repente, es porque detrás ha puesto mucho trabajo durante mucho tiempo.

Los éxitos instantáneos reales son el producto de mucho esfuerzo invertido durante mucho tiempo.

Y precisamente eso es lo primero a entender de los planes efectivos de 5 minutos. Que tendrás efectividad en 5 minutos si hay todo un trabajo previo detrás empujando.

Un ejemplo es el análisis del cliente. ¿Cómo puede uno emplear 5 minutos en algo tan crítico como analizar el cliente?

Sólo podrá hacerlo bien cuando se ha estado dedicando mucho tiempo a conocerlo cada día, a escucharle y a preocuparse por sus problemas, de manera que cuando se sienta a hacer el plan, conoce a ese cliente tanto como se conoce a sí mismo, con lo que le bastan unas pocas palabras significativas y 5 minutos para delinear lo importante.

Cuando yo era consultor externo muchas veces íbamos a empresas de lo más variopintas, con perfiles de clientes que más de una vez me hacían pensar: «¿de verdad hay gente que compra esto?»

Y a la hora de hacer planes de marketing nos pasábamos largas horas con estadísticas, estudios de mercado, números, papeles e investigaciones frías, pero, personalmente, he de reconocer que me resultaba ajeno, que era incapaz de comprender a esas personas, ponerme en su piel y entender los deseos que podían llevar a la compra del producto X para resolver el problema Y.

¿Resultado? Largos días analizando, bonitos gráficos de tarta y un montón de páginas con complicados números y perfiles personales fríos, que luego ni se leían ni encajaban con la realidad (no siempre era así, pero es algo que he visto bastantes veces en muchas empresas).

Sin embargo hoy me dedico como emprendedor a tener clientes que son emprendedores también, son como yo, vivo en su piel 24/7, con lo que a la hora de sentarme y perfilar mi cliente, o definir claramente la necesidad que tienen, puedo hacerlo en 5 minutos y con un párrafo más poderoso que mil análisis estadísticos.

¿Por qué?

Porque puedo canalizar todo el poder de estar cada día viviendo en la piel de aquel al que quiero como cliente, conozco sus miedos, sus ilusiones y lo que les preocupa, porque es lo mismo que a mí.

Cuando es así, incluso 5 minutos sobran para rellenar esa parte.

Cuando no tengo ni idea, ni me preocupo de verdad por lo que hago, ya puedo tener un equipo de analistas para identificar mi mercado, que probablemente va a dar igual.

El conocimiento íntimo conseguido a través del trabajo diario es lo que permite desatar el poder de los 5 minutos.

Si conozco mi producto íntimamente no necesito un discurso enorme para resaltar sus ventajas competitivas.

Si conozco a mi cliente bien sabré qué le atrae y qué no a la hora de llamar su atención, y sabré qué clase de incentivo tiene más posibilidades de que funcione para atraerlo hasta el principio de mi embudo de venta.

Si conozco y trato bien a mi cliente cada día no preciso largos discursos persuasivos, mis mejores campañas han sido en 5 minutos, con un email que decía poco más que «he aquí un producto nuevo, he pensado que quizá quiera echarle un vistazo» y 5 minutos después cientos de contactos estaban visitando lo que les decía.

En 5 minutos y un mail corto, pero eso, que es una de las cosas más poderosas a las que podemos aspirar como emprendedores, sólo es posible cuando hemos estado cada día tratando bien a dichos contactos, cuando nos hemos preocupado de generar unos cuantos más cada jornada, cuando les hemos escrito preocupándonos aunque no tuviéramos nada que vender y cuando hemos respondido a sus dudas o resuelto sus posibles quejas.

Cosechar es apenas una cuestión de 5 minutos, es ir al árbol, alargar la mano y poner en la cesta el fruto, pero dicho fruto depende de la labor de cosecha previa y diaria que hayamos estado haciendo.

Muchos intentan recoger frutos de campos que no se han preocupado de sembrar. Cuando la necesidad les azota, entonces les entra la prisa y excavan en el huerto para ver que hay, pero el poder de los 5 minutos se les escapa, porque no se han preocupado de regar, de cultivar, de limpiar rastrojos…

La moraleja es que el plan de marketing de 5 minutos es poderoso y útil si hay una labor de siembra diaria.

Si no, no podemos pedirle frutos al huerto que no hemos regado nunca.

1 comentario en “El plan de Marketing en 5 minutos (parte 3)”

  1. Nosotros estamos acostumbrados a ver la punta de un Iceberg , mas no lo que hay escondido bajo las agua que lo rodea, que es la parte más grande de todo lo que realmente es el, por eso no avanzamos o colisionamos llegando a destruirnos, de igual manera lo hacemos con nuestros clientes, con nuestros planes, queriendo ser los mejores pero desconociendo que delante nuestro hay una gran parte que debemos experimentar, estudiar, analisar para superarlas y lograr nuestras metas u objetivos.

Los comentarios están cerrados.

Scroll al inicio