Cómo motivarnos en menos de 5 minutos, las tácticas que sí funcionan

La motivación es lo más poderoso que hay, con suficiente, no es necesario nada más, emplearemos las horas que hacen falta, pasaremos las noches en vela que hacen falta.

Por eso vamos a ver aquí lo que funciona de verdad, lo que se ha demostrado, pero antes, como siempre, es importante ver primero lo que no funciona para motivarnos.

Lo que NO funciona

He aquí las técnicas motivacionaless que se suelen prescribir y comentar, pero que, desgraciadamente, no suelen funcionar de verdad casi nunca, aunque suenen bien y aunque parezca de sentido común que sí se vayan a obtener resultados.

  1. Centrarse en alguien que uno admira para hacer el trabajo (es decir, coger un modelo a seguir e imitarlo), aunque funciona para otras cosas, no nos va a motivar.
  2. Pensar en lo malo que nos pasará si no hacemos lo que tenemos que hacer. Como mucho sólo conseguiremos deprimirnos, pero no motivarnos.
  3. Intentar suprimir tentaciones y pensamientos negativos. Lo cierto es que cuanto más nos centremos en algo, aunque sea para eliminarlo, más fuerza le vamos a dar a ese algo, como por ejemplo pensar en que no tenemos que fumar sólo nos trae a la mente imágenes de tabaco y aumenta el deseo.
  4. Hacer las cosas por pura fuerza de voluntad. Una vez puede funcionar, pero como técnica habitual no nos va a proporcionar resultados mínimamente consistentes.
  5. Fantasear cómo de maravillosa va a ser nuestra vida si hacemos lo que tenemos que hacer. No funciona, es más efectivo algo parecido que es lo que veremos aquí.

Las técnicas motivacionales que SÍ funcionan

Ya hemos visto lo que no sirve de nada, vamos a ver ahora lo que se ha demostrado que sí.

Hacer una escalera de éxitos

En un mundo ideal haríamos las cosas por el mero hecho de que están bien. En el mundo real, si nos compensan por ellas (ejemplo: me esfuerzo en hacer un producto y luego éste se vende bien) tendemos a seguir motivados, si ocurre lo contrario bajamos los brazos.

Esto quiere decir que el éxito engendra más éxito. ¿Cuál es la mejor manera de mantenernos motivados? Viendo que avanzamos y tenemos éxito.

Como el éxito es muy elusivo lo que mayores probabilidades vamos nos va a dar de tenerlo es ver que avanzamos terreno y obtenemos resultados en lo que estamos haciendo.

Para ello.

Funciona tener un plan paso a paso. Si no lo tenemos es hora de hacerlo, detallar todo lo inconcreto y luego emplear el siguiente punto. Recuerde: instrucciones detalladas y objetivos claros, sin ellos es difícil motivarse porque simplemente estamos trabajando en un lío amorfo que no parece tener un final claro.

Funciona que los pasos sean ridículamente pequeños. Porque eso hará mucho más fácil completarlos, de manera que vamos a ir tachando hito tras hito y tener sensación de que avanzamos hacia el final y que este se encuentra más cerca (no ver el final del túnel es probablemente la situación más desmotivadora que nos vamos a encontrar). Si los pasos de antes no son así, los cortamos en trocitos hasta que lo sean.

Funciona repasar los éxitos y lo conseguido hasta ahora. Porque la mayoría de veces nos centramos en lo que tenemos por hacer todavía y eso causa frustración porque parece que no se acaba nunca.

Si no los tenemos muy bien definidos iremos acumulando éxitos mediante la técnica de «time-boxing», una de las más recomendables cuando estamos desmotivados es la del Pomodoro.

La técnica Pomodoro

Quizá haya oído hablar de ella, se trata de una técnica de “time-boxing” o trabajo por intervalos donde uno trabaja en lo que tiene que hacer por 25 minutos.

Si conseguimos esos 25 minutos es un éxito y nos premiamos con 5 minutos de descanso total. Si podemos seguimos con otro «pomodoro» (otros 25 minutos) y cada tres «pomodoros» nos tomamos un descanso más largo de unos 15-20 minutos.

El mero hecho de completar un “pomodoro” es conseguir un éxito y acumulando éxitos en la realización de ese algo vamos motivándonos cada vez más, porque esos éxitos engendran otros posteriores.

Pensar en las cosas buenas que nos van a ocurrir si completamos la tarea

Esto es muy distinto de fantasear sobre cómo sería de genial nuestra vida si conseguimos la tarea.

Si la cosa no va, no insistamos con fuerza bruta ante el ordenador o el lugar de trabajo, lo que hacemos es desconectar. Nos tomamos unos minutos para descansar en otro lado diferente y pensamos en lo bueno que nos va a suceder si terminamos, desde poder ir esta tarde al cine hasta la sensación de trabajo cumplido y poder llamar a los amigos para tomar algo.

No tenga cargo de conciencia por tumbarse o relajarse con eso unos minutos, total, intentando insistir sin motivarse iba a perder ese tiempo de todas formas.

Recompensas, pero mejor no monetarias

Está demostrado que ponerse recompensas por cumplir algo funciona, lo curioso es que esas recompensas, cuando son monetarias, no funcionan bien para motivar empleados, por ejemplo.

Sin embargo, permitirnos algún pequeño capricho sí nos motiva.

El castigo de la pérdida

El ganar dinero no nos motiva mucho, pero la natural aversión a la pérdida sí nos puede ayudar.

Coja a un amigo o compañero de trabajo, saque 100 euros del cajero y déselos. A menos que a lo largo del día no complete X hitos y se los muestre a su amigo, dicha persona se puede quedar con los 100 euros, o bien que le de 20 o 30 por cada hito conseguido y vaya recuperando por partes el dinero empeñado.

También puede hacer eso con el móvil que tanto le gusta o su reloj favorito.

Esta es una táctica extrema y muy poco utilizada, pero le aseguro que le va a funcionar como la seda si se atreve a ponerla en práctica.

Falsas fechas de finalización

Especialmente cuando los objetivos son a largo plazo (por ejemplo tenemos una semana para hacerlo) pero realmente es un trabajo que sólo nos costaría unas horas, tendemos a retrasar las cosas y que nos empiecen a agobiar como lo hace todo eso que tenemos pendiente en nuestra vida y no vamos cerrando.

Curiosamente, para estos casos funciona ponerse una fecha falsa de finalización, como por ejemplo hacer eso hoy aunque sea para dentro de dos días. Prometernos (y mejor aún prometer a otros) que no vamos a parar hasta terminarlas en esa fecha falsa extrañamente funciona.

Visualizarnos haciendo la tarea eficientemente

Recuerde que esta es la manera en la que funciona visualizar. En vez de fantasear con que la hemos terminado, nos tomamos unos segundos para imaginarnos haciéndola de manera productiva y fácil.

Eso nos allanará el camino y ayudará a anular la desmotivación habitual de no poder ponernos con ello.

No pensar y comenzar a actuar

Nuestra mente se empieza a disparar anticipando todas las sensaciones negativas que vamos a tener haciendo la tarea (la mayoría de ellas falsas, por cierto) de manera que cuando nos vamos a poner ya estamos derrotados en nuestra cabeza antes de empezar a hacerla siquiera. Este es uno de los elementos que provocan la famosa procrastinación.

Para eso, en cuanto detectemos ese flujo de pensamiento, lo mejor es cortarlo, ocupar la cabeza con algo no relacionado y mientras tanto actuar empezando a hacer la tarea.

Suena raro, pero funciona. En vez de dejarse llevar por la marea mental cuando se plantea ponerse, silbe, canturree y distraiga su mente poniendo otras cosas en ella mientras comienza a teclear, programar o lo que sea que haga.

Evite que su cabeza comience esa espiral desmotivadora de pensamientos poniendo otros en su lugar.

Es importante comprender que nunca conseguirá detener la espiral intentando reprimir los pensamientos, sino llenando la cabeza con otras cosas, como el acto de silbar y canturrear. O bien puede intentar recordar activamente otras cosas (como el fin de semana pasado o los planes que tiene para el siguiente), a fin de no dejar espacio a que surjan esos otros pensamientos. Mientras los mantiene a raya la cuestión es empezar a actuar en la tarea.

Ese momento de empezar a ponerse es el más difícil y donde es más posible que nuestra mente nos derrote y nos desmotive, una vez ya estemos en faena habremos vencido la inercia y podremos seguir más fácilmente con ello.

Por extrañas que parezcan algunas técnicas, está demostrado que funcionan y, de hecho, en mi experiencia personal también es así, de modo que cuando se sienta desmotivado acuda aquí, elija algunas tácticas y vaya poniéndolas en marcha a ver cuál le sirve mejor.

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