Cómo utilizar correctamente para el marketing su imagen corporativa y papelería

Tarjeta de visita

Hace poco hablábamos de cómo los regalos promocionales de empresa funcionaban como método de marketing. Vimos los motivos por los cuales eran efectivos y hoy me gustaría profundizar un poco más en todo ello, especialmente en por qué los materiales de papelería, imprenta e identidad corporativa son otra opción de marketing a utilizar, y que se guía por los mismos principios.

Si recordamos lo que vimos hace poco, lo ideal es que el cliente potencial reciba diversos «impactos» a lo largo del día con nuestro nombre, logo, etcétera, para hacernos un lugar en su mente y que nos recuerde. Al fin y al cabo, el objetivo principal del marketing es ese: ser conocidos y recordados.

Lo uno sin lo otro no funciona, porque si no nos conocen es obvio que no nos elegirán, pero si nos conocen y no nos recuerdan en el momento de elegir a quién comprar, tampoco sirve de nada.

El problema con la mayoría de emprendedores

La mayoría de emprendedores trata su imagen corporativa de cualquier manera y, de hecho, apenas le dedica atención. Este es un error grave, porque transmite una imagen poco profesional que se puede trasladar a los productos.

Si entregamos una tarjeta recortada en cartulina e impresa de manera amateur, la primera sensación es que, probablemente, dicha empresa emplee la misma profesionalidad (ninguna) en su trabajo. Puede que sea así o no, pero la asociación que se hace es inconsciente e inevitable.

Hoy día no hay excusa para no tener esos materiales de marketing como tarjetas, catálogos, folletos, etcétera, realizados de manera profesional, pues hay empresas de imprenta que ofrecen un servicio al alcance de cualquier emprendedor. Y la mayoría lo realizan vía web, con lo que no es necesario ni moverse de la oficina.

Tener una imagen corporativa uniforme y profesional ayuda a que nos recuerden. Los símbolos, colores y eslóganes deben ser uniformes e identificarnos de manera inequívoca para que nos sirvan a estos efectos.

Si la papelería, folletos, tarjetas, etcétera, no son uniformes es más difícil asociarnos y, por tanto, es más difícil que nos recuerden.

El sesgo psicológico por el que funcionan estos materiales de marketing

Las personas tenemos una serie de comportamientos inconscientes de los que no podemos librarnos y que apenas podemos controlar. Son los llamados sesgos cognitivos, y uno de ellos es el denominado de disponibilidad.

El sesgo de disponibilidad hace que aquello que tenemos más fresco en la mente, aquello que nos viene primero cuando pensamos en algo, nos parece más probable o somos más propensos a elegirlo en caso de tener que decidir sobre algo. Por eso las grandes marcas gastan tanto dinero en conseguir «ocupar» espacio en nuestra mente.

Cuando hablábamos de Coca-Cola veíamos que han gastado tanto dinero durante tanto tiempo, que cuando piensas en un refresco, inevitablemente, surge Coca-Cola como primera opción. Psicológicamente la opción más disponible también es vista como la más adecuada y ante la que más nos inclinamos para elegir, según los estudios.

Ahí es donde entra una buena imagen de empresa, queremos ser esos que aprovechen esta manera de comportarse. Para ello, además de tener una imagen coherente y profesional, querremos hacer lo siguiente.

Los materiales de imprenta como elemento de Marketing de Guerrilla

La mayoría de emprendedores cree que da igual cómo hacer sus folletos, tarjetas y catálogos con tal de que queden bien y sean profesionales. Entienden lo que hemos explicado, pero aún así se quedan cortos, porque están perdiendo una magnífica oportunidad.

Esa oportunidad es utilizar dichos materiales como elemento de marketing de guerrilla. Es decir, conseguir impactar más y que nos recuerden más, sin necesidad de gastar apenas más dinero.

Por ejemplo, ¿de qué color son el 90% de los sobres que recibe en su buzón? Blancos. ¿Qué podemos hacer para destacar? Que los nuestros sean rojos, por ejemplo.

¿Cómo son las tarjetas de visita de casi todo el mundo? Muy parecidas, puede que cambien fuentes, dibujos, etcétera, pero son iguales. Algunos, sin embargo, las hacen tan diferentes y curiosas que garantizan que les recuerden. Vea este par de ejemplos.

Tarjeta de visita

Tarjeta de visitaNo es necesario que llegue tan lejos, pero, por un poco más, le garantizo que tiene una oportunidad para que, en el próximo evento, de todas las tarjetas que se lleve la gente, la suya sea la que recuerden.

Lo mismo ocurre con los catálogos, aproveche el suyo para hacer de él algo más que un folleto, dé en él valor e información, hágala útil y entretenida a la vez.

La cuestión es, el 90% de emprendedores no va a hacer nada de esto, lo podrá ver la próxima vez que abra su buzón o acuda a un evento. Y eso es positivo, porque es una gran oportunidad para nosotros.

Scroll al inicio