Cómo alcanzar las grandes metas vitales. Las técnicas que funcionan según la ciencia

Hoy vamos a hablar de negocios, pero también ir más allá. Hoy vamos a ver cómo alcanzar las metas importantes que nos proponemos y qué funciona de verdad para ello. ¿Debemos encomendarnos a la pura fuerza de voluntad? ¿A seguir modelos de éxito o planes paso a paso?

Lo que vamos a ver aquí es nada menos que los resultados de un fascinante estudio que abarcó a miles de participantes que se propusieron metas importantes: dejar de fumar, acabar unos estudios, encontrar un trabajo…

Esos sujetos se dividieron según la técnica principal que usaron para intentar conseguir su objetivo. La lista de técnicas abarcaba 10, que son las más habituales a la hora de intentar conseguir una meta importante:

  1. Hacer un plan paso a paso
  2. Motivarse centrándose en alguien que consiguió una meta similar.
  3. Decirle a otros que vas a conseguir la meta que te has propuesto.
  4. Pensar en las cosas malas que pasarán si no consigues tu meta.
  5. Pensar en las cosas buenas que pasarán si consigues tu meta.
  6. Intentar suprimir los pensamientos negativos sobre la meta y cómo conseguirla.
  7. Recompensarse por hacer progresos en la meta.
  8. Emplear la pura fuerza de voluntad.
  9. Ir anotando tu progreso.
  10. Fantasear y visualizar lo buena que será tu vida cuando consigas tu meta.

Tras eso, se hizo un seguimiento durante un año, comprobando quién conseguía los resultados y qué técnica empleaba, para dilucidar de una vez por todas lo que funciona y lo que no en el mundo real.

Pues bien, los resultados reales de dicho gran estudio le van a sorprender.

Para empezar separaremos la paja del grano descartando la mitad de técnicas que se demostró que no sirvieron para nada. Para seguir, veremos qué porcentajes de éxito hubo y qué funcionó mejor para aquellos que sí consiguieron sus metas.

Como ve, esta información le va a resultar tremendamente útil, ya sea para conseguir objetivos profesionales o personales que sean importantes para nosotros.

La dificultad de conseguir las metas

La primera conclusión del estudio quizá resulte un poco descorazonadora. La realidad es que sólo un 10% de los participantes del estudio consiguió la meta que deseaba. La realidad es que la mayoría de la gente, abandona. Desilusión, cansancio, desgaste y fastidio… Los factores emocionales influyen enormemente en conseguir una meta o no, pero he aquí otra realidad importante, la elección de las estrategias influía enormemente en conseguir o no el objetivo. Es decir, que no todo funciona por igual y, sobre todo, hay cosas que, aunque suenen muy bien, no dan resultado.

Las estrategias que no funcionan

Si quiere no perder el tiempo en lo que no da resultado, eche otro vistazo a la lista de 10 estrategias y tache todas las que tengan un número par, porque lo cierto es que no funcionaron.

Motivarse pensando en modelos, centrarse en lo malo que ocurrirá si no se consigue, intentar suprimir el pensamiento negativo o pesimista, confiar en la pura fuerza de voluntad y fantasear visualizando lo maravillosa que será nuestra vida (a pesar de lo que dice la mayoría de literatura de autoayuda), no funciona.

De hecho, intentar suprimir pensamientos negativos o fantasear cosas maravillosas no sólo no ayuda, sino que puede empeorar la situación. Así que esas dos cosas, especialmente, sabotean nuestros esfuerzos.

Lo que funciona

Son tantos los factores que influyen, incluyendo la suerte y las circunstancias externas, que es difícil atribuir el éxito al uso de las estrategias, pero aglutinando grandes cifras sí es cierto que se vio una asociación positiva entre el uso de las estrategias impares y la consecución de objetivos.

  • Hacer un plan paso a paso implica dividir nuestra meta en metas más pequeñas, concretas, con fecha determinada y medibles.
  • Decirle a los demás sobre nuestra meta incrementa la motivación y nos espolea por el miedo a decepcionar a los que nos importan.
  • Pensar sobre las cosas buenas es importante, pero no es lo mismo que fantasear, ahora hablaremos más a fondo sobre ello.
  • Recompensarnos por hacer progresos nos empuja a ir consiguiendo éxitos cada vez mayores.
  • Trazar nuestro progreso y anotarlo, con un diario, gráfico o como sea, funciona y de hecho lo hace muy bien.

Notas importantes sobre las estrategias que funcionan

Hemos hablado largo y tendido de hacer planes, por eso hoy me quiero centrar en mi experiencia personal con las otras estrategias que sí funcionan.

Exponernos ante los demás declarando las metas que queremos conseguir nos sujeta a una cierta vergüenza si no lo conseguimos y, en general, nos pone una «pistola en la cabeza». Ya he hablado del enorme poder de esta técnica, la realidad es que somos humanos y que los humanos sólo nos movemos cuando sentimos la espuela de la necesidad pinchándonos. ¿Quiere saber más sobre el tema y lo que funciona concretamente con esta técnica, entonces lea este material: La técnica de productividad más efectiva en el mundo real.

Por otra parte, ¿cuál es la diferencia entre pensar en lo positivo y fantasear? La realidad es que funciona cuando a la hora de pensar realizamos también un contraste, teniendo en cuenta no sólo lo positivo. En la sección Premium ya detallamos la técnica concreta, pero es importante recordarla y la tiene aquí: La técnica demostrada que sirve para aumentar el rendimiento y el éxito en la meta que nos propongamos.

Recompensarnos sirve principalmente para que nuestra cabeza vea que estamos progresando, que estamos teniendo victorias y avanzamos. Una de las lecciones más importantes que he aprendido es que el éxito engendra éxito, por eso es importante que el éxito que tengamos lo saquemos a la luz, lo hagamos patente y lo recompensemos.

La principal causa de abandono no son los reveses, sino el aburrimiento, ese atravesar la llanura insondable que parece que no se acaba y que nos da la sensación de que no avanzamos cuando queremos conseguir algo. Esa llanura, y no los picos escarpados, es el peor enemigo. Por eso las recompensas ayudan a que no sea tan árida y monótona.

Por último, ¿qué decir de llevar un diario de lo que vamos haciendo y de los progresos o no que obtenemos? Sólo anotar, sin que hagamos nada más conscientemente, ya produce resultados. Para más sobre el tema, es importante recordar el fascinante caso de estudio de Phil Libin con el uso de esta técnica.

Y ahí lo tiene, si es una meta importante, sea del tipo que sea, ahora ya sabe lo que funciona y lo que no en el mundo real.

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